Podríamos decir que Ibiza es una isla tanto a nivel físico como inmobiliario. Lo cierto es que el mercado de compraventa de casas en este lugar no vive según las leyes que rigen en el resto del país, por lo que conviene analizar sus peculiaridades.
¿Qué hace que Ibiza sea distinta?
Por un lado, la falta de suelo. Cualquier inmobiliaria en Ibiza podría confirmar esta sentencia, y es que la isla se está encontrando con el problema de que faltan zonas en las que poder construir que sean, además, atractivas para los inversores.
Como es lógico, Ibiza tiene serias limitaciones en el plano geográfico, y es que no puede crecer indefinidamente. Pero a ello hay que sumar otro aspecto: las casas de lujo en Ibiza se llevan buena parte del terreno para construir.
Estas se presentan como viviendas unifamiliares con grandes extensiones de jardines y demás, por lo que no pueden pensarse como una solución para algunos de los problemas habitaciones que se dan en la isla.
Este segundo aspecto que hemos señalado da otra de las claves para entender lo que hace que Ibiza sea un mercado inmobiliario diferente a todos los demás. En este rincón balear, el sector de lujo dentro del inmobiliario cuenta con una fuerza inusitada.
Cada vez son más los inversores extranjeros, las grandes compañías o los particulares con buenos recursos los que eligen Ibiza para afincarse demandando propiedades exclusivas al alcance de muy pocos.
¿Una oportunidad o un problema?
Si tomamos lo que hemos señalado antes como las dos características más particulares de Ibiza, su falta de terreno para construir y la demanda de propiedades de lujo, lo cierto es que se da una situación desigual dependiendo de quién sea el que la enfoque.
Por un lado, se encuentra la situación de los residentes habituales en la isla que no pueden optar a propiedades de lujo. En su caso la situación es un riesgo a su estabilidad a largo plazo, ya que el precio del suelo y de la vivienda no deja de aumentar ante una falta de oferta alarmante.
Es más, esto no solo es extensible a la compraventa de inmuebles, también lo es para los que prefieren el alquiler, algo que se agrava si se le suma el problema de los alquileres vacacionales.
En el otro lado de la balanza están los inversores. Si se tienen recursos económicos actualmente, hacerse con una propiedad en Ibiza es sinónimo de rentabilidad a muy corto plazo. La demanda de suelo para construir, la posibilidad de crear conjuntos de viviendas vacacionales para los millones de turistas que pasan por Ibiza cada año o, simplemente, el incremento del precio de los alquileres a largo plazo son jugosas ventajas que los inversores no están dejando escapar.
De esta forma, Ibiza es hoy un mercado inmobiliario tan peculiar para los analistas como peligroso para sus habitantes y lucrativo para quienes pueden invertir. Todos estos ingredientes hacen que la isla siga siendo única a todos los niveles, especialmente en el inmobiliario.